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Alain Coumont: Le Pain Quotidien


Alain Coumont nació en 1961 en Bélgica. De pequeño, solía sentarse en la cocina y miraba cómo su abuela hacía pan. Su familia ostentaba un hotel y decidió estudiar en el Hotel School of Namur en Bélgica.

Tras graduarse, trabajó en restaurantes importantes, pero estaba obsesionado porque no encontraba la calidad del pan que buscaba. Entonces se decidió a montar una panadería pequeña en la que fabricar su propio producto. Estaba situada en el centro de Bruselas y se llamaba Le Pain Quotidien. Sabía qué quería: un pan simple, orgánico y con ciertos toques rústicos.

Su panadería era sencilla. El espacio era reducido (33 metros cuadrados) y contaba con un alquiler barato que pudo afrontar gracias a un crédito bancario y algo de dinero propio. Solo tenía un horno, una batidora y una mesa comunal para sus clientes.

El éxito fue inmediato. La gente hacía largas colas para comprar su pan. Sin embargo, pasaron seis años hasta que comenzó a tener beneficios y, entonces, abrió nuevos establecimientos. Durante ese tiempo, Alain llegó a pasar noches durmiendo en una bolsa de pan sobre el suelo de su panadería.

A día de hoy, esta panadería se ha convertido en una franquicia presente en numerosos países. Es conocida por la calidad y el buen sabor de sus productos y por la delicadeza de la decoración de sus espacios.

''Cuando tenés una idea y la gente dice “es una locura, nunca va a funcionar”, esa es tu oportunidad. Porque si algo es obvio, lo más probable es que otras personas ya lo hayan hecho antes''.


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