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Old Port Films

Aitor Aspe y yo crecimos en Algorta, un barrio del municipio vizcaíno de Getxo. Ambos estudiamos en la Universidad de Navarra y juntos creamos Old Port Films, una productora audiovisual pequeña que nos permite desarrollar propios proyectos. 

 

Tras terminar el Máster de Guion Audiovisual en la Universidad de Navarra, trabajé en Madrid como guionista de la primera temporada de ‘’Con el culo al aire’’. Pero la productora no fue capaz de afrontar la crisis económica que sufría el país en ese momento y desapareció. En ese momento, me encontraba sin trabajo y una ONG me brindó la oportunidad de realizar vídeos y reportajes en Latinoamérica, así que no la desaproveché y me fui a Bolivia.

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Tras dos meses en el sur de América, volví a Algorta y me reuní con Aitor, un antiguo compañero de universidad, quien me contó su situación en la capital. Había perdido el trabajo, así que al ver esta oportunidad, ilusionado, le propuse montar una productora. En un principio, no logré convencerle, ya que esta decisión implicaba cambiar radicalmente el modo de vida que Aitor tenía desde hace años, dejar Madrid y volver a Algorta.

 

Trabajé siete meses como cámara de naturaleza salvaje en Navarra. Y regresé de nuevo a mi pueblo natal para tratar de persuadir a Aitor. Esta vez guardaba un as bajo la manga: Koldo, un amigo con perfil económico dispuesto a emprender.

 

Aitor acabó aceptando mi propuesta en una mesa del bar Satistegui. Desde ese pequeño rincón situado frente al mar, ideamos la empresa con la que queríamos ser felices, pero para ello, primero tendríamos que superar muchos obstáculos.

 

Comenzamos realizando audiovisuales menores para darnos a conocer. Tras un año complicado, en el que decidimos invertir todos nuestros beneficios a la compra de equipos, llegaron los primeros clientes importantes.

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Ya habíamos conseguido el dinero suficiente para montar una oficina en el Puerto Viejo (Old Port). En aquel momento, Koldo decidió emprender una vida nueva junto a su mujer en Los Ángeles y dejó la empresa, pero Aitor y yo decidimos continuar.

 

Entre otros proyectos, desarrollamos una historia sobre la matanza de unos balleneros vascos en Islandia hace cuatrocientos años, pero necesitábamos a un productor que nos ayudase a levantar el documental. Entonces, llamamos a Katixa de Silva, antigua amiga de Aitor. En ese momento, debido a la escasez de ayudas públicas era muy difícil encontrar financiación para un proyecto de esta envergadura, pero Kati con su perseverancia y su trabajo consiguió reunir más de 200.000 euros gracias a diferentes instituciones y televisiones públicas, como la islandesa y así, conseguimos sacar el proyecto adelante. Baskavígin, La matanza de los balleneros vascos fue seleccionada en San Sebastián, ganadora en la categoría de ‘’mejor película’’ en Richmond, seleccionada en el Riff de Islandia...

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Con mucho esfuerzo y trabajo hemos logrado crear una productora a través de la cual podemos desarrollar las historias que nos apasionan. Estamos muy orgullosos de Old Port que cada día crece más crece cada vez más y cada día cuenta con más clientes.

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